miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una estrategia bien planeada

El pasado fin de semana vi un fragmento de un largometraje "La estrategia del caracol", que fue estrenada en el 1993 por el productor Sergio Cabrera. Donde se aprecia una realidad social no muy lejana a la de nuestro país. Lo cual es motivo de reflexión por la seria de hechos que ocurren día a día en sudamerica.

Se habré el telón


El escenario una vieja casona, "la casa Uribe" donde los inquilinos fueron desalojados por la policía donde resulto un pequeño herido de bala que posteriormente fallece conforme se va desarrollando la trama y esto por obra y gracia de un personaje cuyo nombre nunca se supo o almenos el fragmento que vi nunca supe su nombre. Le pondré el nombre de Fernando Mondego, propietario del inmueble cuyo único meta hasta ese entonces solo era botar a "los intrusos"

Pero aquellos intentos fueron frustrados por las habilidades e intelecto del abogado Pepe Romero, también gracias a Jacinto un adulto mayor sagaz y muy taimado, aferrado a su ideales, y su anarquismo. Y claro esta gracias al apoyo de "los intrusos" que no dejarían la casa sin antes pelear.
Jacinto ya tenia un plan en mente pero antes debía convencer a los inquilinos para que lo ayuden a luchar y a recuperar su dignidad, al principio no fue sencillo, dicha estrategia precisaba de tiempo y cooperación de todos los involucrados. El tiempo estaba en su contra "diez días" que se les dio de plazo para abandonar el inmueble. Romero se las ingenio para aplazar dicha fecha, recurriendo a la demagogia. Mientras tanto Jacinto aprovechaba el tiempo junto a los inquilinos que se aferraban al sentimiento de venganza.

Manten la esperanza y espera tu hora

Llegó el día, ya estaban preparados, solo esperaban el momento preciso para demostrarles de lo que son capaces. Sorpresa.. "si no es nuestro no es de nadie" Un iracundo inquilino prende la mecha de la dinamita, mientras los policías intentaban profanar el vieja casa.

Segundos después empiezan las explosiones, estupefactos y con la duda de que ocurría los policías y la muchedumbre observaban como la Casa Uribe volaba por pedazos sin nada en su interior dejando escombros y un muro.. solo eso quedo, un muro con una frase pintada con rojo, rojo sangre de aquellos que lucharon hasta el final.




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